8 y 9 DE MARZO

8 de marzo - Día Internacional de la Mujer

9 de marzo - Encuentro Literario en Femenino

Un año más llega el 8 de marzo. Día Internacional de la Mujer. Reconocimiento en el calendario. Tendencia en redes sociales. Avalancha temática en medios. Manifestaciones. Promesas. Reivindicaciones. Críticas constructivas. Y destructivas… ¿Qué más decir? ¡Bienvenida sea la igualdad! Tarda demasiado en hacerse real. En según qué zonas del planeta, es ciencia ficción. Una de las razones por las que resulta difícil que me guste este mundo imperfecto.

El Día Internacional de la Mujer me trae un regalo muy especial este año. Y es que el jueves, 9 de marzo, a las 18:30h, la Casa de les Dones de Xàtiva, en Valencia, me invita a un encuentro literario en femenino. Hasta allí me desplazaré con mis novelas La mecedora y La luna sobre los molinos, con mis relatos de intriga de Página Abierta y con mis queridas Elena Rius, Iryna, Margareta, la escribiente, Ulrika Strand, Myroslava Demchuk, Victoria, Anita y muchas otras mujeres que protagonizan las tramas de mis historias o participan en ellas muy activamente.

He pensado en qué contar en la Casa de les Dones que resulte de interés a su instruido público. El cartel anuncia que hablaremos de cómo se crea una novela, de mis personajes femeninos y de la presencia de la mujer en la literatura. He realizado un pequeño ejercicio para no empezar la casa por el tejado. Antes de ser escritora, fui y sigo siendo lectora. Por ello, he reflexionado sobre algunas de las autoras que mayor huella han dejado en mi camino con sus libros.

Crecí leyendo Los cinco de Enid Blyton. Esta escritora inglesa me atrapó en el universo del misterio y de la intriga con las aventuras de un grupo de niños: los hermanos Julián, Dick y Ana, la prima Jorgina, que se hacía llamar Jorge porque no quería ser chica, y su perro, Tim. La isla de Kirrin… rocosa, lluviosa, ventosa; las cuevas y los pasadizos secretos; los casos que debían resolver los chicos en grupo; las meriendas que compartían, su amistad y su camaradería… Todo aquello me resultaba maravilloso. Lo había escrito una mujer, pero yo no me lo planteaba. Solo era una voraz lectora de diez años. Hoy quizás deba a Blyton muchos de los trazos de mi escritura. Mi isla de Kuling que encontraréis en La luna sobre los molinos encierra tantos secretos como la de Kirrin de Blyton. Enid, gracias por todo lo que me enseñaron tus escenarios y narraciones…

Dejé las aventuras de Los cinco para sumergirme en los crímenes que planteaba Agatha Christie en sus novelas. Otra mujer experta en componer el suspense y la intriga con las letras. Supongo que con Agatha aprendí lo interesante que resulta estudiar a un grupo en interacción para descubrir quién es quién en realidad. Análisis de situación y de personajes. Una tarea grandiosa…

Grandes cosas son las que consiguió conmigo Carmen Laforet y su novela Nada, que lo fue todo para mí en la adolescencia. Yo que, como su protagonista, Andrea, era una chica de provincias que emprendería la aventura de marcharme a Barcelona para estudiar en la universidad, me tomé la obra de Carmen como una señal del destino. Curiosamente, Destino la publicó. Nunca viví en la calle Aribau, como Andrea, pero las peripecias de esta joven solitaria siempre me acompañaron en mi propia soledad en cualquiera de las calles de la enorme Barcelona.

«La vida volvía a ser solitaria para mí. Como era algo que parecía no tener remedio, lo tomé con resignación»

Nada, Carmen Laforet

Dónde el corazón te lleve de Susanna Tamaro fue un libro que me desbordó y que me unió mucho más a mi madre. Lo devoré. Se lo regalé y ella quedó tan atrapada como yo por Olga, la abuela de la novela que escribe una carta a su nieta cuando le queda poco tiempo de vida para dejar constancia de lo que ninguna de las dos ha sabido ni decir ni escuchar. «La vida, hija mía, es como la vida misma». Esas fueron las palabras que mi madre dedicó a la novela, pronunciándolas a trompicones entre lágrimas y sollozos. Ella, que no leía mucho y que hablaba poco de su verdad, se quitó la máscara ante mí con esa frase. 

Las Historias de mujeres de Rosa Montero me hicieron conocer a un montón de señoras como mi madre. Con sus luces y sus sombras. Cobardes y rebeldes. No perfectas. Me encantó la forma de relatar en femenino de la autora. Así que cuando aterricé en otro de sus libros, La ridícula idea de no volver a verte, descubrí a una Marie Curie mucho más fascinante, la que vio Rosa y la que explicó en esas páginas, que incluyen el diario que Marie empezó a escribir tras la muerte de su marido.

Más escritoras y escritores, novelas y protagonistas femeninas que van conmigo.

María Dueñas; Misión Olvido y Blanca Perea.

Åsa Larsson; Aurora boreal y Rebecka Martinsson.

Fiódor Dostoyevski; El idiota y Nastasya Filippovna.

Miguel Delibes; Cinco horas con Mario y Carmen Sotillo.

Como la lista sería interminable, la cierro de golpe con una de las lecturas más sorprendentes que han caído en mis manos… La nieta del señor Linh, de Philippe Claudel. Si la conocéis, sabréis porqué lo digo. Y sino, buscadla y disfrutadla. Luego la comentamos…

Ya para acabar este saludo literario que dedico muy especialmente a la Casa de les Dones de Xàtiva, os presentaré con su propia voz a algunos de los personajes femeninos que he construido en mis historias. Nadie mejor que ellas mismas para dejar claro quiénes son.

La inspectora Elena Rius a treinta y nueve grados de fiebre, en la Escuela Nacional de Policía de Ávila: «Con lo que me ha costado llegar hasta aquí… hasta muerta me hubiera presentado… es solo un virus». La mecedora

Iryna al saber que está embarazada: «Tendré que parir y se me descolgará el abdomen. Esa cosa beberá la leche de mis pechos. No quiero tenerlo». La mecedora

Margareta a su exmarido: «Tú fuiste mi héroe y mi bandido». La mecedora

La escribiente en una nota de voz a sus amigas: «Estoy muy flaca y muy jodida, pero tengo hambre y todavía no me he cortado las venas ni he saltado por el balcón». La luna sobre los molinos

Ulrika Strand hablando de su padre nazi: «Nunca me habló de su pasado y yo no le pregunté. Esa conversación no nos convenía». La luna sobre los molinos

Myroslava Demchuk sobre su ser más querido: «Para mí es como si no estuviera muerto». La luna sobre los molinos

Victoria, la puertorriqueña: «Bendito». La luna sobre los molinos

Página Abierta – Anita: «Todo acaba llegando, nenas»

Página Abierta – Bizcochos: «La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida, ay Dios»

Todas ellas y muchas más más os aguardan. Leedlas…

Feliz 8 de marzo 2023

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